Cómo conseguir cobrar por adelantado, obtener financiación y evitar impagos

Quizás te resulte familiar empezar una obra sin haber percibido nada por adelantado, facturar a final de mes y cobrar solo bajo el visto bueno del cliente. Si utilizas esta política de cobro sabrás que los pagos se retrasan, se generan problemas de financiación en tu empresa y en algunos casos finalmente te encuentran con impagos. ¡¡Ojo, que al final esta metodología de cobro acaba con el cierre de la empresa!!

 Cuando un cliente contacta con una empresa da a conocer sus necesidades. A partir de ahí se elabora un presupuesto y una vez este ha sido aceptado, se inicia la relación laboral. En este punto, la empresa que ofrece el servicio ya ha invertido una serie de recursos económicos, desde la elaboración del producto o servicio hasta la generación del presupuesto. Es decir, que la empresa antes de empezar a trabajar ya ha generado unos costes, incluyendo tiempo, así como recursos humanos y materiales.

Por lo tanto, aquí tenemos el primer argumento de peso para convencernos de que JAMÁS se debe iniciar una obra sin haber cobrado nada.

Igual que cada obra tiene un presupuesto, cada proyecto debe tener una forma de pago diferente en función de su duración. Así que la solución está en definir un plan de pagos. Pero no la habitual en la que no se tiene en cuenta la duración de la obra, pues es de cajón que, igual que cada obra tiene unos tiempos de realización (no es lo mismo una pequeña reforma de una semana que una obra de 3 meses), para cada proyecto se debe establecer una forma de pago. Así que el mensaje es claro:

NOSOTROS NO FINANCIAMOS OBRAS.
ES EL CLIENTE QUIEN TIENE QUE BUSCAR FINANCIACIÓN

Pues bien, llegados a este punto, los tempos del plan de cobro, en función de la duración de la obra será el siguiente:

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* Inicio de obra: Para iniciar la obra tienes que haber cobrado el porcentaje de aceptación de presupuesto (50%) + el de Inicio de Obra (30%).

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Con estos tempos nos vamos a asegurar disponer del capital de manera anticipada, evitando ser nuestra propia empresa la que sufrague los gastos del cliente. Y el cliente solo va a pagar por aquello que se ha pactado.

REGLA DE ORO

“SI NO SE HA MATERIALIZADO EL PAGO EN EL PERIODO ESTABLECIDO, LA OBRA SE PARALIZA”.

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